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En la industria alimentaria, la seguridad en la cadena de producción y la calidad de los productos finales son fundamentales para mantener la confianza del cliente. Un fallo en estos aspectos puede dañar gravemente la reputación de la marca y el futuro de la empresa.

Además, la legislación en defensa de la calidad alimentaria exige que las industrias cumplan con normativas que aseguren tanto los procesos de producción como la calidad de los productos finales.

Para garantizar que se cumplen estas normativas y que se trabaja con seguridad, los detectores de metales y los sistemas de inspección por Rayos X son esenciales en la cadena de producción. Pero, ¿cuál es la opción más adecuada para tu producto?

 

Detector de metales o Rayos X: ¿Cuál elegir?

Los complejos procesos de producción presentan riesgos de contaminación que pueden evitarse mediante la instalación de equipos homologados de detección de metales y contaminantes. Para elegir el equipo adecuado, es importante considerar el tipo de producto a inspeccionar, los contaminantes más comunes y el punto del proceso de producción donde el equipo será más efectivo.

  • ¿Qué tipo de producto se va a inspeccionar?

Dado que los materiales reaccionan de manera diferente según el tipo de inspección, este factor es clave para determinar el equipo más eficaz. Los detectores de metales funcionan mediante la detección de perturbaciones en un campo electromagnético equilibrado. Sin embargo, ciertas características del producto, como un alto contenido en sal, hierro, humedad o temperatura pueden afectar los resultados.

Por otro lado, los equipos de Rayos X detectan materiales basándose en su densidad, mostrando diferentes tonos de gris en la imagen. La claridad de la imagen puede verse afectada por la orientación del contaminante, su forma, grosor y el material de envase.

 

  • ¿Qué contaminantes son más problemáticos?

 

Los contaminantes pueden aparecer en cualquier fase del proceso de fabricación, desde vidrio, cerámica y piedra, hasta metal y escombros del campo. Si se espera la presencia de vidrio, cerámica o huesos, los Rayos X son la mejor opción. También son indispensables si el producto tiene una tapa de aluminio o una bandeja de metal. Aunque los Rayos X son efectivos para detectar metales ferrosos y no ferrosos como el acero inoxidable, no son tan precisos con el aluminio, en este caso, un detector de metales es más eficaz.

Para productos con riesgo de contener plásticos pequeños o elementos sintéticos, como nailon o polipropileno, se recomienda un detector de metales, ya que los plásticos suelen incluir materiales adicionales para mejorar su detectabilidad.

 

¿Dónde es más efectivo instalar el equipo de inspección?

Colocar un detector de metales al inicio de la cadena de producción permite detectar contaminantes antes de que sean triturados en tamaños más pequeños, lo que además protege la maquinaria. Un sistema de Rayos X es ideal para el control de calidad final, ya que puede detectar contaminantes como piedras, metales o vidrio, y también evaluar la integridad del producto, como elementos rotos o llenados incompletos. Combinar un detector de metales al principio del proceso con otro detector o un equipo de Rayos X al final asegura la máxima protección para el consumidor y la maquinaria.

Si tu empresa necesita soluciones para asegurar la seguridad del proceso de producción y cumplir con la normativa vigente, no dudes en contactar con nuestros expertos y te ayudaremos a encontrar la mejor solución para tu.