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Es bien sabido que existe una necesidad creciente de incorporar detectores de metales en el sector industrial, dado que estos sirven para detectar contaminantes y cuerpos extraños en los diferentes productos.

Precisamente éste es el objeto de los detectores de metales: localizar los posibles agentes contaminantes que puedan aparecer en los productos alimenticios y, de esta manera, cumplir con las diferentes normativas de control de calidad.

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La importancia de contar con un detector de metales industrial

Cada vez son más y más crecientes las demandas de los controles de calidad, sobre todo debido al acelerado automatismo al que está expuesta la producción de los productos alimenticios.

Desde el año 1960 existen numerosas normas de calidad que exigen un determinado control sobre los objetos contaminantes en los productos. Estas normas han ido evolucionando con el paso del tiempo y actualmente pueden ser de índole estatal, internacional, públicas o privadas.

Hoy, innumerables clientes y grandes superficies requieren de proveedores alimentarios que se acojan a estas normas, todas ellas centralizadas en blindar la seguridad alimentaria ante estos contaminantes y de garantizar la integridad de los productos.

Sin embargo, es indispensable poder responder correctamente a estos controles de calidad, pues en algunas ocasiones, los elementos indeseados que se encuentran en los productos pueden suponer un riesgo para el consumidor final.

Así, el detector de metales es el aliado indispensable de las industrias alimenticias, las cuales lo precisan para hacer frente al desafío de la contaminación por metales en los alimentos.

Hay que tener en cuenta que, actualmente, el metal y el acero inoxidable no magnético suelen ser los mayores culpables de la contaminación en los alimentos.

Si bien la detección de metales resulta increíblemente beneficiosa para el procesamiento de alimentos, es imprescindible contar con el sistema correcto, la instalación adecuada y asegurar un mantenimiento continuo y efectivo, con el objeto de obtener los mejores resultados.

Las empresas que se arriesgan a no contar con un buen detector de metales, pueden terminar sufriendo las consecuencias como, por ejemplo, caer en gran cantidad de detecciones falsas, ralentizar su cadena de producción e, incluso, desperdiciar el producto. Esto, por consiguiente, puede terminar teniendo un gran impacto en las ganancias y productividad de la empresa.

Funcionamiento del detector de metales industrial

La importancia de los detectores de metales reside en que precisamente estos son capaces de encontrar hasta la más mínima partícula de acero ferroso, no ferroso e inoxidable en los productos.

Para garantizar la detección rápida, estos utilizan bobinas enrolladas en un marco, no metálico, el cual está conectado a un transmisor de radio de alta frecuencia. Cuando una partícula de metal pasa a través de esta bobina, perturba el campo de alta frecuencia y se manifiesta indicando la presencia de materiales extraños.

Los detectores de metales en la industria de alimentos son muy sensibles a la captación de objetos contaminantes.

El mayor desafío en la detección de metales reside, no solamente en encontrar el objeto contaminante, sino sobre todo en ignorar el embalaje, el producto y el medio ambiente.